Avalanzó su ira , con quién no debia, tenía tanto rencor guardado que nada ni nadie le importó lo suficiente , lo que le llevo a la locura. A no poder confiar en nada ni en nadie , a encerrarse en sus ideas, en sus pensamientos, en lo que le importaba y hoy ya no tiene sentido alguno. Y ahora lo único que le importa es sonrreir a la más mínima tontería,
mentirse varias veces con el hecho de que todo va bien.